El blog de Golcar

Este no es un reality show sobre Golcar, es un rincón para compartir ideas y eventos que me interesan y mueven. No escribo por dinero ni por fama. Escribo para dejar constancia de que he vivido. Adelante y si deseas, deja tu opinión.

Mirna Chacín, el hedonismo hecho fotografía

"Exuberance" se llama la muestra que la fotógrafa venezolana Mirna Chacín exhibirá en Toronto, Canadá.

«Exuberance» se llama la muestra fotográfica que la venezolana Mirna Chacín exhibirá en Toronto, Canadá.

Un banco dibujado con delicadas líneas negras en medio del plano parece invitar a  sentarse y disfrutar del exuberante espectáculo de la primavera canadiense. Los robustos y floridos árboles regalan su delicada sombra y todo su esplendor. El parque parece haberse quedado vacío solo para uno y, en la esquina inferior derecha de la imagen, una pareja alista a un niño pequeño para regresar a casa luego de un día de sol primaveral y relax.

Esta imagen es la fotografía inicial que constituye un anticipo del placer que se irá descubriendo a medida que se contemple el sublime conjunto de fotografías de la primavera en Canadá, realizadas por la fotógrafa venezolana Mirna Chacín.

Imaginariamente, me arrellano cómodamente en el banco y así comienza el recorrido por ese mundo cargado de naturaleza, disfrute, armonía, belleza y placer que se desprende de cada una de las imágenes captadas por el ojo especial de Mirna.

Si me piden que en una palabra describa lo que es para mí la fotografía de Mirna Chacín, la primera que se me viene a la mente es “hedonismo”.  Placer. Cada imagen es un derroche de placer. Es contemplar una escena de goce, participar de un cuento, de una historia preñada de belleza para el disfrute de quien observa.  Sí, hedonismo en toda la extensión de la palabra, porque al mirar una fotografía hecha por Mirna, uno intuye el regodeo que la fotógrafa siente al momento de hacer el click en la cámara, siente que quienes participan de la escena están teniendo un momento también placentero y todo esto se convierte en un instante de gozo y disfrute para quien contempla, extasiado, la imagen.

Ya ubicado en ese privilegiado lugar, se descubre a una pareja de mujeres que, distraídas, conversan a la orilla de un reservorio de agua, ajenas a esas ramas del sauce llorón que caen como lluvia de estrellas sobre sus cabezas  y alejadas del ajetreo citadino. Dos amigas que parecen haber hecho un alto en el camino para compartir a la orilla del espejo de agua.

Más adelante, un hombre y una mujer disfrutan de un apasionado beso, recostados al tronco de un florido árbol, sin importarles las miradas de quienes contemplan la escena, sentados en sus bancos de reposo, ni el ir y venir de gente que a sus espaldas recorre el boulevard, a la ribera del lago, con alborozo. Absortos en su cariño, están ajenos por completo al grupo de ciclistas que en otra fotografía  se aprestan para arrancar su paseo dominical por el parque, desafiando el fuerte viento que sacude las ramas del sauce llorón bajo el cual se han reunido.

Todo en estas imágenes es placer, es ocio, disfrute del tiempo de esparcimiento, jolgorio. La pupila se regocija con la fotografía de la niña ataviada con su impecable vestido, gorrito de muñeca de porcelana y el pequeño balde de juegos playeros que mira paralizada a los estilizados cisnes en el agua, sin atreverse a importunar a las imponentes aves blancas con sus juegos acuáticos y con el niño que se entretiene lanzando piedras al agua, mientras en el fondo se divisa un velero, tras el amasijo de rocas que parecen hacer una pileta natural para que los más pequeños armen su juerga dentro de las llanas y seguras aguas.

En algunas de las fotografías de Mirna, parece develarse su primera vocación por la arquitectura ,por su manera de componer el cuadro y jugar con las líneas, como en esa imagen playera que resalta en el conjunto por su constante y reiterartiva horizontalidad. En un primer plano se observa una pareja acostada boca abajo con sus cabezas enfrentadas formando una línea horizontal que se repite en la orilla del agua y se reitera más atrás con la hilera de rocas, la línea final del horizonte y las nubes que en formación también horizontal participan en el plano. Una absoluta horizontalidad que se remarca con los pequeños puntos verticales de los veleros al fondo y de algunos bañistas de pie. Una deliciosa imagen de juegos de líneas y contrastes.

Mirna1

Pica en la foto para ir al sitio web de Mirna Chacín y conocer más de su trabajo.

La utilización que hace Mirna del efecto infrarrojo es original y fascinante. Mientras otros fotógrafos como Simon Marsden,  han utilizado la técnica para dar sensación espectral y de  fantasmagoría, o para producir imágenes oníricas, en el caso de la fotógrafa maracucha, el infrarrojo le otorga a la imagen un matiz romántico, bucólico, hace que la composición se torne en una visión sublime de la naturaleza con unos cielos y nubes indescriptibles, realzando las texturas, como en la fotografía en la que el robusto tronco rugoso de un frondoso árbol enmarca el divertido juego de pelota de unos jóvenes. Las blanquísimas nubes al fondo y un velero que navega sobre las tranquilas aguas del lago, completan la armónica composición.

La profundidad de campo en las fotografías de Mirna nunca deja de sorprender. Se distingue con perfección hasta el más pequeño detalle en la distancia, en perfecto balance dentro de la composición. Así mismo, sorprende también la amplitud de sus encuadres que parecieran captar más allá de los márgenes que la visión humana natural pueden permitir. Como en esa deliciosa imagen de parejas que se solazan frente al lago, con el puente a un lado  y el hombre tumbado en la orilla que parece dormitar al calor del sol.

La imagen de un par de cisnes blancos que en la orilla del lago parecen contemplar, extrañados, a una pareja que boga en un bote en medio del lago, hace sonreír. Es hilarante el momento captado. Como si los papeles se hubiesen invertido y quienes, de forma natural debieran ser observados nadando en el agua, pasan a ser los observadores de quienes se supone deberían observar. Es un guiño, un toque de humor, porque reír también es un placer.

Cada imagen de Mirna es una historia para contar. Sus fotografías son crónicas del regocijo cotidiano. En alguna oportunidad leí que si la fotografía logra conmover, producir alguna emoción, es arte. Sin duda, lo que se desprende de cada fotografía de Mirna es arte puro. Uno no puede permanecer impávido ante sus imágenes, pues cada una despierta una emoción en el espectador.

Por momentos, uno no puede dejar de imaginar las poses de la fotógrafa al instante de pulsar el obturador para poder captar esas imágenes casi rasantes. Es una búsqueda incansable por captar la belleza en cada click, llegando a niveles absolutamente poéticos como en «El cometa»,  la imagen de la chica con su bicicleta, sentada en un banco a la orilla del lago, con un único y florido árbol en frente y el cielo con un racimo de nubes blancas al fondo, de las que se desgarra una, como un trazo de pintor. O la del chico solitario, con pinta de cowboy,  sentado bajo la sombra de un robusto árbol, rodeado solo por luces, sombras y primaveral vegetación.

Las dos imágenes que siguen parecen resumir en ellas todo el hedonismo de la fotografía de Mirna Chacín. Son dos escenas absolutamente domingueras, de domingos de primavera o verano al aire libre. Día de picnic, de andar en bici, de pasear con los niños por el parque, de disfrutar del sol tumbados en la playa, de sentir la arena en la piel, de jugar sobre el césped. Días de reunirse en una rueda los amigos, sobre la grama recién crecida, para hacer ejercicios. Un poco de yoga, tal vez…

Y una última fotografía en la que dos botes de remos, uno con una pareja y, el otro más grande,  con todo un equipo de remeros a bordo y su líder de pie, en la embarcación, surcan el agua oscura bajo un imponente cielo con nubes desgarradas como ovillos de algodón en manos de expertas hilanderas. Una imponente imagen en la que se contrasta la serenidad del agua con la fuerza de los hombres y el majestuoso cielo que parece ir contra la dirección de las naves.

Después del exquisito y sublime recorrido visual, me quedo imaginariamente sentado en el banco, con las pupilas cargadas de primavera. Lleno de un exquisito deleite y regocijo en el alma. Agradeciendo tanto disfrute visual y gratificado por la suerte de contar con ese particular ojo de Mirna para mostrarnos, en sus fotografías,  el placer de vivir.

Un placer del que se podrá disfrutar en Toronto, Canadá, del 6 al 31 de julio,  cuando en los muros de la Mimico Centenial Library, se exhiban las imágenes de «Exuberance», fotografías cargadas de floridos paisajes y colmadas del hedonismo, ocio, esparcimiento y contemplación, que la venezolana captó en la primavera de ese país del norte que desde el 2011 la recibió como inmigrante.

Navegación en la entrada única

5 pensamientos en “Mirna Chacín, el hedonismo hecho fotografía

  1. Margarita Liscano en dijo:

    Wow Golcar, que sensibilidad la tuya, las fotografias son una verdadera escuela para el estudio del equilibrio, el esplendor del paisaje que solo un ojo minucioso logra captar en toda su plenitud; no conozco a la artista, pero su trabajo me acerca un poco a su alma, seguramente la muestra sera un exito. Que bueno que tu motivación por la fina belleza del Paisaje, te aparte, por un rato de tanto estrés. Abrazo!!

    Me gusta

  2. Lala de Balestrini en dijo:

    Bellas fotografìas y ademàs despuès de leer esta reseña de golcar pues uno las ve con mas interès porque està tan bien lograda la crònica que resaltan las fotografìas, todo elèxito del mundo para mirna en Canadà

    Me gusta

  3. labea en dijo:

    Hermosísimas, pero son gente de otro mundo. Me gustaron porque ése es el mundo en el que quisiera vivir: gente ordenada, parques limpios, aguas cristalinas, animales respetados… Bellas fotos que te transportan a un espacio perfecto donde todo se conjuga en armonía. Un placer, tienes razón.

    Me gusta

  4. Zoleiva Rojas de Santos en dijo:

    Excelente reseña, esperemos el éxito total de Mirna, las fotografías que vi transportan y elevan el espíritu, me fascinaron.

    Me gusta

Replica a Zoleiva Rojas de Santos Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.